TORTURAS Y DESAPARICIONES
Dentro de las estrategias utilizadas por los grupos armados irregulares para sembrar el terror en la población civil y de esta manera establecer control y ejercerlo, también se encuentran las torturas y las desapariciones. Para observar los comportamientos de estas dos categorías se utilizó como fuente la Revista Noche y Niebla del CINEP – Justicia y Paz, tomando como período del año 2000 a junio de 2003. La tortura en el Cauca presenta los niveles más altos en los años 2000 y 2001 con 25 y 45 víctimas respectivamente. En 2002 esta cifra desciende a 18 y en 2003, proyectando la cifra con base en lo registrado hasta junio, llegaría a su nivel más bajo con 2. Los picos de la tortura se dieron en el marco de la ofensiva de las autodefensas, prueba de esto es que en el año 2001 el 82% de la responsabilidad recayó en estas organizaciones.
Respecto a las desapariciones, éstas también se producen en el marco de la ofensiva de las autodefensas en los años 2000 y 2001 con 45 y 48 víctimas respectivamente. Dentro de los hechos acontecidos en estos dos años el de mayor número de víctimas ocurrió el 4 de septiembre de 2000 en el municipio de Buenos Aires, en el corregimiento La Balsa, donde miembros de las autodefensas asesinaron a cuatro personas y desparecieron a otras 30 dentro de las cuales se encontraban mujeres embarazadas, niños y ancianos. En el año 2002 las desapariciones forzadas descendieron en un 60% al pasar de 48 víctimas a 19. Finalmente en 2003 la cifra alcanza su nivel más bajo con 12. Del total de desapariciones reportadas por la Revista Noche y Niebla del año 2000 a junio de 2003, el 56% fueron responsabilidad de actores armados no identificados y el 41% de las autodefensas, lo que muestra por una parte un subregistro en lo referente a las violaciones e infracciones de las guerrillas y por otra, una mayor recurrencia por parte de las organizaciones de autodefensas a este tipo de acciones.
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