El año 2003, proyectando la cifra con base en lo registrado hasta octubre, representa el pico más alto de la actividad armada de los grupos subversivos desde 1985. En este año se registraron un total de 110 acciones, 38 más que las del pico de 2000, 63 más que las presentadas en 1991, 72 más que las de 1986. Este ascenso se explica principalmente por el aumento de los ataques a las instalaciones de la Fuerza Pública, sobre todo de la Policía, que de seguir la tendencia presentada de enero a octubre de 2003, aumentarían en un 650% con relación al año 2002, las emboscadas que ascenderían en un 200% y los actos de terrorismo que crecerían en un 53%. Al mirar el comportamiento de la actividad armada de la guerrilla en los últimos cuatro años se puede observar el notable ascenso de las acciones en el año 2000, esto debido principalmente a la intensificación de la confrontación entra las fuerzas del Estado y las organizaciones insurgentes que se vio representado en el aumento de las acciones terroristas, como la voladura de torres de energía, la quema de viviendas (como ocurrió el 7 de octubre en Cajibío donde guerrilleros de la columna móvil Jacobo Arenas y el frente 8 de las FARC incineraron cuarenta casas), la quema de buses (principalmente de la empresa Expreso Bolivariano). De la misma manera se dio un aumento de los ataques a instalaciones de la Fuerza pública: este año la estación de la Policía de Argelia fue hostigada en tres ocasiones, en los meses de febrero, marzo y noviembre respectivamente; así mismo las estaciones de los municipios de Suárez, Buenos Aires, Páez, Miranda y Almaguer (el 80% de estas acciones fueron llevadas por las FARC y los demás por el ELN). Así mismo los hostigamientos aumentaron.
En 2003 el accionar de los grupos subversivos aumentó pasando de 53 acciones a 103, para un ascenso del 94%, tomando como referencia lo acontecido en los diez primeros meses del año. De seguir la tendencia registrada de enero a octubre las FARC doblarían su actividad, al pasar de 47 en 2002 a 98 en 2003, registrando un aumento en el conjunto de acciones: de 10 actos terroristas en 2002 se pasaría a 22 en 2003, proyectando este último año con base en lo acontecido hasta octubre; los asaltos a población ascenderían de 1 a 6, los ataques a instalaciones de la Fuerza Pública de 4 a 29, las emboscadas de 4 a 11 y los hostigamientos de 28 a 31. Lo anterior muestra que en el departamento del Cauca, la insurgencia no ha optado por replegarse sino que por el contrario está plenamente en actividad por medio de la implementación de las estrategias y tácticas propias de la lucha de guerrillas, consistentes en atacar y replegarse, evitando el combate abierto. La Policía ha sido el objetivo primario de las FARC, atacando las estaciones del municipio de Caldono en 6 ocasiones; de Argelia en 4; de Silvia y Toribío en 3; de Puracé en dos; y en una oportunidad las estaciones de Cajibío, El Tambo, Jambaló, Miranda, Paispamba y Totoró.
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