
Danir Alberto Agredo
Michael Narvaez
Ana Marina Tace

El departamento del Cauca se ha configurado como un espacio estratégico para los actores armados, debido a la convergencia de canales de comunicación entre la Amazonía y el Océano Pacífico, Ecuador y el Valle del Cauca, así como la diversidad de su geografía con valles interandinos y selvas, que se extienden desde la Cordillera Central hasta el Pacífico; estas características han favorecido la presencia de grupos insurgentes y de organizaciones de autodefensa. Las principales zonas donde estos grupos al margen de la ley tienen presencia en estos momentos son: la Bota Caucana que comunica con el departamento del Caquetá y con el Putumayo; el Macizo que comprende también algunos municipios de los departamentos de Tolima, Huila, Nariño, Putumayo y Caquetá; la Vía Panamericana que atraviesa el departamento desde Nariño hasta Valle; la zona noroccidental – río Naya, que a través del río San Juan y más arriba por el río Atrato, comunica con el municipio de Buenaventura (Valle) y el departamento del Chocó (Pacífico); la Cordillera Oriental, en los municipios de El Tambo, Argelia,
Al observar la tasa de homicidios por cada cien mil habitantes en el año 2000 en las poblaciones de esta parte del departamento se observa un aumento notable: Buenos Aires pasó de una tasa de 28 en 1999 a 72 en 2000, Caloto pasó de una tasa de 15 a una de 50, Santander de Quilichao pasó de 64 a 115, Suárez pasó de 16 a 28, Morales de 15 a 28, Caldoso de 19 a 25 y Cajibío de 40 a 67. Es de notar que desde 2000 el eje de la incursión paramilitar ha sido la Vía Panamericana, que de manera notable coincide con los municipios que tienen las tasas de homicidio más altas del departamento. La utilización de la Vía Panamericana ha tenido múltiples ventajas en el plano militar: la determinación de esta carretera como eje de acción permite a estos grupos realizar incursiones rápidas, con el elemento sorpresa, a localidades múltiples ubicadas en diferentes puntos cardinales, aprovechando la indefensión de la población civil y la imposibilidad de la guerrilla de atacar en estas zonas.